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Es un condimento muy utilizado tanto para ensaladas como para diferentes comidas y tiene muchos beneficios para la salud. Ahora, se descubrió que tiene, además, un poderoso efecto para las personas que hacen ejercicio y, según indicó un especialista, no hay deporte al que no le venga bien.
Se trata del aceite de oliva, uno de los ingredientes indispensables de la dieta mediterránea cuyo sabor inconfundible eleva cualquier elaboración culinaria a un nuevo nivel, pero, más allá de sus reconocidas propiedades, este oro líquido demostró ser un aliado indispensable para la salud como demuestra la unanimidad de la ciencia, que le atribuyó una larga lista de beneficios que parece no tener fin.
Aquellas personas que consumen de manera moderada aceite de oliva (4-5 cucharadas al día) reducen la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares como ictus o infartos. También se documentaron las cualidades de la preparación para combatir la hipertensión o la diabetes, para reducir los niveles de colesterol e, incluso, para mejorar las funciones cognitivas.
Además, posee efectos positivos en la curación y cicatrización de las heridas y en la reparación de los tejidos, mientras que podría estar relacionado con la producción de sustancias neuronales que reducen el dolor, entre otras cuestiones.
Beneficios del aceite de oliva para la salud y el deporte
Sumado a todo lo anteriormente descripto, el aceite de oliva se convirtió también en un factor diferencial en la práctica deportiva tanto a nivel profesional como amateur, según confirmó el doctor Antonio Escribano, catedrático de nutrición deportiva y especialista en endocrinología, en un podcast bajo el título “Aceites de oliva y salud”, que está centrado en las propiedades de este ingrediente y su incidencia en el ejercicio físico.
“Todo el mundo sabe que el aceite de oliva es bueno para la salud, pero pocas veces se relaciona con la actividad deportiva, que es una extensión de la actividad física que diariamente practican millones de personas”, aseguró el profesional español, quien fue responsable de la Unidad de Nutrición, Metabolismo y Composición Corporal de la Federación Española de Fútbol y responsable médico del área de Nutrición de la Federación Española de Basquet.
Escribano hizo una perfecta disección de los beneficios asociados al aceite de oliva en función de la disciplina deportiva. “En los deportes de resistencia, como ciclismo o diferentes pruebas de atletismo, el aceite de oliva es un combustible que necesitamos como grasa y, si es principalmente insaturada y monoinsaturada, como en este caso, mucho mejor.
Además, dijo que en los deportes de fuerza y potencia, su efecto antiinflamatorio es esencial para evitar complicaciones en la musculatura y en los deportes de equipo, se mezcla todo un poco: “No hay deporte al que no le venga bien el aceite de oliva, incluso en el ajedrez por su influencia en la capacidad cognitiva”, explicó
El aceite de oliva, una inversión en salud
El aceite de oliva mejora de manera “indirecta” el rendimiento, ya que, predispone al organismo para tener un comportamiento más acorde con la práctica del deporte y, de esta forma, mejora el rendimiento, mejora el músculo, el sistema cardiovascular, la oxidación, la resistencia y la inflamación en el deportista de élite, pero también en aquellas personas que van al gimnasio, pasean o salen a correr: a todos ellos les va bien el aceite de oliva porque aumenta la energía y la capacidad de recuperación, según indicó el médico.
Escribano aseguró que el aceite de oliva debe formar parte de la dieta del mismo modo que otros alimentos cuyos beneficios también están ampliamente documentados. “Una persona en su vida come 70.000 kilos de alimentos y hay que saberlos elegir, la variedad es fundamental”, señaló antes de compartir una serie de recomendaciones valiosas.
“A la gente, le diría que lo incluya en su dieta, moderadamente, porque es muy calórico. Debe ser un consumo moderado, pero imprescindible. La grasa que se debe utilizar, tanto en crudo como para cocinar, tiene que provenir del aceite de oliva, que debe complementarse además con frutas y verduras, pero también con proteína animal, vegetal o legumbres”, explicó.