Una profesora del instituto subió estas imágenes a su cuenta de Facebook y contó la increíble historia. Desde hace varios años que el perrito realiza funciones de vigilante en el Instituto Educativo Técnico Diversificado de Monterrey.
Ahí fue observando y aprendiendo cómo los estudiantes que visitan el kiosco del centro consiguen los productos para desayunar o merendar. Así, este pequeño perrito entendió que para llevarse las galletas que tanto le gustan tenía que dar algo a cambio.
Todos los días, el «Negro» agarra una hoja del piso y la lleva al mostrador, entrega el pseudo billete y le dan su recompensa. Dentro del instituto no hay quien no conozca a este simpático cuadrúpedo, pero hoy, gracias a que esta historia se volvió viral, lo conoce el mundo entero.