La salamandra china gigante (Andrias davidianus) es el anfibio más grande del mundo. Puede llegar a medir 1,8 metros y pesar alrededor de 64 kilos y es una especie endémica de los riachuelos de las zonas boscosas y montañosas del este de China. Por desgracia, este animal increíble se enfrentan a la extinción inminente por culpa de la caza furtiva ilegal, que los vende como alimento de lujo, según ha alertado un estudio publicado en la revista Current Biology.
Para los chinos este animal es un símbolo de longevidad, dado que puede vivir hasta 200 años y la especie lleva 350 millones de años sobre la faz de la Tierra. Se ha usarlo tradicionalmente como componente en la medicina tradicional china. Pero, además es un ingrediente de lujo en su país natal, y algunos ejemplares pueden llegar a venderse por 1.200 euros o pagar en un restaurante hasta 780 dólares por un plato elaborado con carne de este animal. Esta demanda humana ha devastado las poblaciones silvestres, dejándolas en peligro crítico.
La sobreexplotación de estos increíbles animales para el consumo humano ha tenido un efecto catastrófico en su número de ejemplares en la naturaleza en un lapso de tiempo sorprendentemente corto»,
Sociedad Zoológica de Londres y uno de los investigadores del estudio.”La sobreexplotación de estos increíbles animales para el consumo humano ha tenido un efecto catastrófico en su número de ejemplares en la naturaleza en un lapso de tiempo sorprendentemente corto”, ha indicado Samuel Turvey, de la Sociedad Zoológica de Londres y uno de los investigadores del estudio. “A menos que se pongan en práctica medidas de conservación coordinadas de manera urgente, el futuro del anfibio más grande del mundo está en grave peligro”, ha alertado.
Para evaluar el estado de estas poblaciones silvestres, un equipo internacional de investigadores realizó la encuesta más exhaustiva de poblaciones silvestres hasta la fecha. Durante tres años los científicos llevaron a cabo 2.872 entrevistas y varios estudios de campo en China, sobre todo cerca de ríos, el hábitat predilecto de este anfibio.
Reintroducción bienintencionada pero peligrosa
Los resultados revelan algunas sorpresas. Por un lado, la genética sugiere que lo que antes se pensaba que era una única especie en realidad podría ser cinco especies. Y como se desconocía este detalle científico, los esfuerzos de conservación no tuvieron en cuenta las diferencias de los animales.
La cría y posterior liberación de las salamandras en la naturaleza para conservarlas las está perjudicando, ya que no se toman en cuenta sus diferencias genéticas, lo que conduce a una homogeneización genética de la especie
El estudio alerta que la cría y posterior liberación de las salamandras en la naturaleza para conservarlas las está perjudicando, ya que no se toman en cuenta sus diferencias genéticas, lo que conduce a una “homogeneización genética de la especie”.
”No nos sorprendió descubrir más de una especie, como sugirió un estudio anterior, pero el grado de diversidad —tal vez hasta ocho especies— descubierto por los análisis nos dejó sorprendidos”, ha dicho Jing Che, del Instituto Kunming de Zoología de la Academia China de Ciencias. El estudio lamenta que se reintroduzcan en la naturaleza modelos “híbridos” aunque sea parte de políticas de conservación bien intencionadas.
«A menos que se pongan en práctica medidas de conservación coordinadas de manera urgente, el futuro del anfibio más grande del mundo está en grave peligro, dijo TURVEY.
Pero no toda la esperanza está perdida. Los investigadores dicen que el último trabajo podría modificar los programas chinos de liberación cautiva, centrándose en la conservación de linajes genéticos. El gran número de salamandras gigantes en granjas, las cuales muchas de ella probablemente se capturaron recientemente de la naturaleza, aún pueden contener algunas de estas líneas genéticas originales, señala Turvey.
Los investigadores del estudio creen que para una conservación exitosa, la caza furtiva también debe detenerse: una tarea masiva que requerirá una acción gubernamental eficiente. Debe castigarse su captura y los ejemplares capturados en estado salvaje deben ser devueltos apropiadamente a su entorno. “No tiene sentido la reintroducción de animales a la naturaleza si van a ser cazados de inmediato”, agrega Turvey.
«No tiene sentido la reintroducción de animales a la naturaleza si van a ser cazados de inmediato».