Autor de uno de los libros más populares dentro de la literatura mundial, el francés Antoine de Saint-Exupéry desde muy temprana edad se interesó por la aviación. A tal punto fue su interés que ingresó al servicio militar a los 21 años y lo convirtió en su carrera profesional.
Luego de vivir en la Argentina, donde conoció a su esposa Consuelo, Antoine se consagró dentro del periodismo y la escritura, otra de sus grandes pasiones. En 1926 publicó su primera novela, El aviador, y gracias a ella obtuvo un contrato como piloto para una agencia privada. Se desempeñó como jefe de estación aérea en el Sahara español y en ese período escribió su segunda novela, Correo del Sur (1929). En los años 30 realizó adaptaciones cinematográficas y otras actividades.
Aunque su consagración mundial llegó en 1943 cuando publicó El Principito, considerada una de las obras literarias más importantes del siglo XX. Fue traducida a 250 idiomas y se convirtió en uno de los pocos libros modernos que ha sido traducido al latín.
El 31 de julio de 1944, mientras realizaba tareas de reconocimiento a bordo de un Lightning P-38 el avión se incrustó en el mar Mediterráneo, cerca de la isla de Riou, a menos de 400 kilómetros de su Lyon natal. Su cuerpo nunca fue encontrado.
Las mejores frases de Antoine de Saint-Exupéry
- “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”.
- “Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos”.
- “Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”.
- “La perfección se logra al fin, no cuando no hay nada que agregar, sino cuando ya no hay nada que obtener”.
- “Aquel que quiere viajar feliz, debe viajar ligero”.