Hablar de cómo será la escuela postpandemia quizás sea un tanto apresurado. Lo que hoy tenemos es “una escuela de transición” caracteriza el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. “Es la escuela que estamos transitando ahora, hasta haya una vacuna. Tampoco es la realidad de la escuela, es la escuela que la pandemia nos impone y que implica el desafío del distanciamiento social y las medidas de higiene y seguridad que están en el protocolo nacional”, dice en una entrevista por Zoom con un matutino local.
Nicolás Trotta prefiere concentrarse en el hoy. Aun si mañana se inventara una vacuna, el ciclo escolar 2020 no estaría del todo terminado. En cinco meses, hubo un repaso de contenidos del año anterior (99% de los casos) y una selección de nuevos contenidos (95%), según la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica. “Tenemos que hacer una reorganización para garantizar los aprendizajes. Sabemos que no vamos a poder acreditar todo el año sino los saberes que efectivamente adquirieron los estudiantes. Por ejemplo, para que un niño pase a 4° grado antes vamos a ver qué quedó pendiente de 3°. Lo tendremos que hacer entre 2021 y 2022 en un esquema de reorganización del ciclo lectivo”, supone.
Subir a la agenda pública
“¿Cambiará por completo el modelo de escuela? No sé si será un cambio radical. Lo que sé es que esta escuela requiere de la apropiación del uso de la tecnología, a pesar de que haya quedado demostrado durante este tiempo que la presencialidad es irremplazable en el proceso enseñanza aprendizaje”, reflexiona. No obstante, mientras dure la pandemia el sistema educativo deberá funcionar de manera dual, con clases presenciales y virtuales en forma alternada.
En Tucumán, el ministro Juan Pablo Lichtmajer ya anunció que cuando se resuelva la fecha de retorno a las aulas, cada grupo de alumnos irá sólo dos veces a la semana y el resto de los días, las clases serán virtuales. Todavía no se conoce cómo adaptará la Provincia el protocolo nacional.
“Otro desafío que impone la pandemia -según Trotta- es que la educación esté en la agenda pública del gobierno nacional y de todos los gobiernos provinciales”. “Esto -aclara- al margen de la necesidad de lograr una escolarización cada vez más temprana, de repensar la educación secundaria de una manera que interpele a los estudiantes, y de lograr una formación docente que empodere a los educadores con nuevas herramientas para hacer su tarea”.
Para cumplir el protocolo
¿Cuánto dinero necesitan las escuelas para cumplir con el protocolo sanitario? El ministro responde que más allá de la ayuda nacional de $ 2.300 millones que se destinó a las provincias (todavía no se sabe cuánto le corresponde a Tucumán), el protocolo de retorno a clases presenciales no tendría que implicar grandes erogaciones. “Prevé, por un lado, todo lo que hace a las medidas de distanciamiento social, para evitar los contagios y, por el otro, la dotación de insumos de limpieza y desinfección de las escuelas. Más que infraestructura requiere de una reorganización del trabajo dentro del aula: donde entraban 30 estudiantes, ahora van a poder ir solo 15”, ejemplificó.
“Pero si la escuela no tiene agua o no tiene elementos de limpieza no debería iniciar las clases en tiempo de pandemia ni nunca. No se puede recibir alumnos en esas condiciones”, advierte.
Según la evaluación nacional uno de cada tres estudiantes “participa de una continuidad pedagógica de alta intensidad, tiene tareas diarias y devoluciones de sus docentes”. En oposición, el 4% de los alumnos no recibe tareas o no las hace. Esta realidad, remarca el ministro, está relacionada con el 53% de los alumnos que no tiene computadora, con el 3% no tiene ninguna conectividad y con los tres de cada 10 chicos que no tienen acceso fijo a internet.
Trotta repite como lo ha hecho otras veces que el gobierno de Macri tendría que haber entregado 3,5 millones de netbook del plan Conectar Igualdad y que sólo proveyó de 800.000 dispositivos a escuelas. Trotta promete saldar esa deuda y dice que hasta marzo los chicos del 1° año del ciclo orientado tendrán su netbook, que ya empezó a distribuir con una inversión de $ 90 millones. Mientras tanto, el plan Juana Manso aguarda la segunda vuelta en su línea de crédito para docentes que desean adquirir computadoras a una tasa del 12% hasta en 36 meses. La primera tanda ya quedó sin stock.