The New York Times fue el único medio que pudo confirmar, mediante sus fuentes, cuál fue la supuesta reacción que habría provocado la pausa en las pruebas de Fase 3 de la vacuna experimental contra la COVID-19 que desarrollan en conjunto la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, y es lo que se conoce como mielitis transversa.
Hasta el momento, ni la empresa ni la casa de altos estudios han reconocido públicamente que se trata de esa enfermedad, pero tampoco lo han negado pese a las consultas. Además, no es seguro que la aparición de ese mal en uno de los 30.000 voluntarios sea consecuencia de haber recibido la dosis experimental.
En todo caso, la mielitis transversa es una extraña enfermedad neuronal que ataca la médula espinal. De acuerdo con la definición de la Clínica Mayo de los Estados Unidos, “a menudo daña el material aislante que cubre las fibras de las células nerviosas (mielina)” e “interrumpe los mensajes que los nervios de la médula espinal envían a todo el cuerpo. Esto puede causar dolor, debilidad muscular, parálisis, problemas sensoriales o disfunción de la vejiga y del intestino”.
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“Existen muchas causas diferentes de mielitis transversa, incluso infecciones y trastornos del sistema inmunitario que atacan los tejidos del cuerpo. También puede ser ocasionada por otros trastornos de la mielina, como la esclerosis múltiple. Otras afecciones, como un accidente cerebrovascular, de la médula espinal, a menudo se confunden con la mielitis transversa, y estas afecciones requieren otros enfoques de tratamiento”, señala el informe de aquel prestigioso centro de salud norteamericano.
El tratamiento se basa en el suministro de medicamentos y terapia de rehabilitación. La mayoría de los pacientes se recuperan al menos parcialmente. Sin embargo, si la persona sufrió un ataque severo, “a veces quedan con discapacidades significativas”.
Síntomas:
– Dolor. Puede comenzar repentinamente en la parte baja de la espalda. El dolor agudo puede bajar por las piernas o los brazos, o alrededor del pecho o el abdomen. Los síntomas de dolor varían según la parte de la médula espinal que esté afectada.
– Sensaciones anormales. Algunas personas tienen sensaciones de entumecimiento, hormigueo, frío o ardor. Algunos son especialmente sensibles al toque ligero de la ropa o al calor o frío extremos. Se puedes sentir como si algo estuviera apretando la piel del pecho, del abdomen o de las piernas.
– Debilidad en los brazos o en las piernas, como signos de pesadez, tropiezo o arrastre de un pie. Otros pueden tener debilidad grave o incluso parálisis total.
– Problemas de vejiga e intestinos. Esto puede incluir la necesidad de orinar con más frecuencia, incontinencia urinaria, dificultad para orinar y estreñimiento.
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¿Qué lo puede causar? De acuerdo con la Clínica Mayo las infecciones virales, bacterianas y fúngicas que afectan la médula espinal pueden precipitar esta enfermedad. En la mayoría de los casos, el trastorno inflamatorio aparece después de recuperarse de la infección. Los virus asociados con la mielitis transversa son los siguientes:
– El del herpes
– El citomegalovirus
– El Epstein-Barr
– El VIH
– Los enterovirus, como el poliovirus y el coxsackievirus;
– El del Nilo Occidental;
– El Echovirus;
– El del Zika;
– El de la influenza;
– El de la Hepatitis B;
– Los de las paperas, del sarampión y de la rubéola.
El freno que preocupó al mundo
AstraZeneca anunció el martes que había colocado en pausa los ensayos mundiales de su vacuna experimental contra el coronavirus, incluidos grandes estudios correspondientes a la fase final, debido a una enfermedad sin explicación en un participante del estudio.
La vacuna, desarrollada con la Universidad de Oxford, ha sido descrita por la Organización Mundial de la Salud como, probablemente, la principal candidata del mundo y la más avanzada en términos de desarrollo. La suspensión oscurece las perspectivas de un despliegue temprano, después de que medios de comunicación indicaran que Estados Unidos aspiraba a una aprobación por la vía rápida antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
La farmacéutica británica dijo que había puesto voluntariamente en pausa los ensayos para permitir que un comité independiente examinara los datos de seguridad, y que estaba trabajando para acelerar la revisión a fin de minimizar cualquier posible impacto en el calendario de ensayos. Sin embargo, intentaron llevar calma: “Esta es una acción rutinaria que tiene que ocurrir siempre que haya una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos”, dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico.
La interrupción de los ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19 que desarrolla la Universidad de Oxford no supone un revés y no es la primera vez que esto pasa, afirmó este miércoles el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock.
En unas declaraciones a la cadena SkyNews, Hancock admitió que esta interrupción es “obviamente un desafío para esta particular vacuna. En realidad no es la primera vez que esto le ha pasado a la vacuna de Oxford, y es un proceso normal en los ensayos clínicos”.