Los expertos en animales de la revista “Ein Herz für Tiere” (”Un corazón para los animales”) hicieron una lista con los comportamientos típicos de los dueños que a sus mascotas no les gustan tanto como ellos creen. ¿Acariciás a tu perro en la cabeza y éste cierra los ojos? Se debe a que no lo disfruta mucho. Solo cierra los ojos por reflejo, para protegerse.
Lo que no les gusta a los perros
- Que les soplen en la nariz o los oídos: algunas personas consideran gracioso soplarle la cara a su perro porque éste genera una expresión que les resulta divertida, pero en realidad para el animal no lo es. Se siente molesto, no sabe qué hacer con ese comportamiento y puede empezar a evitar a su dueño cuando se le acerque.
- Que lo miren fijo: esto para un perro es un gesto de amenaza, que entiende como dominio e intimidación. Por eso, es mejor no mirarlo directamente a los ojos.
- Que lo abracen: el perro tiene un grado de limitación en su libertad de movimientos. Si bosteza, pasa la lengua por sus labios o levanta las orejas, está otorgando señales de estrés debido a que no puede escapar de tus brazos.
- Que haya reglas poco claras: el perro, como animal de manada, valora las normas claras y no entiende las excepciones. Si nunca puede subir al sofá, ¿por qué sí puede cuando su dueña o dueño están enfermos? Si otro día lo intenta y eso mismo se le prohíbe, confunde al animal.
- Dar siempre el mismo paseo: eso lo aburre, como a cualquier ser humano. Más aún cuando no lo dejan detenerse a olfatear. Lo mejor es buscar recorridos nuevos y establecer pequeños juegos de sumisión y destreza.
Los abrazos: ¿Por qué no les gustan?
Siempre pensábamos que los abrazos les gustaban a nuestras mascotas. Sin embargo, estudios científicos revelaron que no es así, sino más bien todo lo contrario. La Dra. Stanley Coren, experta canina y profesora de Psicología de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, explicó en Psychology Today que cuando hacemos esa demostración de afecto, elevamos su nivel de estrés y ansiedad. Y la razón por la cual sucede esto es porque los perros se sienten atrapados y no pueden escaparse.
Según la especialista -quien observó 250 fotos de perros siendo abrazados por sus dueños-, para darnos cuenta de que no están felices y están sintiéndose amenazados basta con ver si ladea la cabeza para un costado mientras lo estamos abrazando, si enseña sus dientes o si pega sus orejas a la cabeza.
En el 81,6% de las fotos, los perros mostraban al menos un signo de estrés o ansiedad, lo que significa que a la mayoría no les gusta ese gesto de cariño. Por lo tanto, si realmente aprecia a su mascota, la mejor manera de demostrarle amor es dándole espacio.