Escuchar “Should I Stay or Should I Go” de The Clash no volvió a ser lo mismo. ¿Desde cuándo? Desde que salió Stranger Things, la serie de Netflix que, con su estética ochentosa revivió la estética y la música de la década de los excesos. Exceso de sintetizadores, hombreras y maquillaje. El clásico de los punks británicos suena en la primera temporada desde una casetera típica de la época y traslada a quien la oye hacia otra dimensión. No es literal, pero casi. Las canciones de la serie, que ya anunció su cuarta temporada, son tan importantes como la historia misma.
“La música activa fibras emocionales en los oyentes que se relacionan con lo instintivo, los sentimientos puros del ser humano. Es una reacción que nos remonta a nuestros antepasados primitivos. Más allá de la lógica y el raciocinio que uno le aplica al contexto donde se escuche esa música y el bagaje cultural que uno traiga a la experiencia de escucha, la sensación se genera igual”, explica el Licenciado en Audiovisión Roberto Migone (trabajó en La Odisea de Los Giles de Sebastián Borensztein; Aterrados de Demián Rugna y Truman de Cesc Gay, entre muchos otros filmes y series de TV), en diálogo con Teleshow.
Según datos de Spotify, desde el lanzamiento de Stranger Things (el 15 de julio de 2016), los usuarios de esa plataforma han pasado más de 17 millones de horas escuchando música relacionada con la serie. Obviamente, “Should I Stay o I Should I Go”, de The Clash, es la canción más reproducida, y cada vez hay más listas creadas por los oyentes particulares, podcasts y selecciones que tienen que ver con el éxito de Netflix.
Escrita y dirigida por los hermanos Matt y Ross Duffer, Stranger Things reúne todos los condimentos necesarios para atrapar a varias generaciones. Las aventuras de la extraña Eleven junto a sus amigos Mike, Dustin, Lucas, Will y Max, y las historias que involucran a sus padres y vecinos de Hawkins, mantienen en vilo a televidentes de todo el mundo. Entre temporada y temporada, la euforia solo se aplaca con música y así es como miles de usuarios crearon sus propias playlists basadas en los protagonistas de su programa favorito. Según datos de Spotify “Eleven tiene la mayoría de las listas a su nombre, seguida por Steve Harrington y Will Byers”.
Además, en la plataforma de música hay más de 3.500 playlists con el nombre “The Upside Down”. Justamente, el tema original de apertura de la serie, ese que invita a pasar al otro lado, fue compuesto por Kyle Dixon y Michael Stein, integrantes de Survive, una banda de música electrónica de Austin, Texas. “Cuando propusimos las primeras canciones para convencer a los Duff Brothers no habíamos visto ningún capítulo. Nos tuvimos que inspirar con una sinopsis y un puñado de conceptos que nos enviaron y con los que nos sentíamos identificados. Fue como una cita a ciegas de la que tienes muy pocas referencias, pero que sabes que va a funcionar”, dijeron en una entrevista con Verne, una de las webs del diario español El País.
“En general y en proyectos de gran tamaño, la música se piensa desde el guión. Hay una línea general de estilo que se tiene en mente mientras se relata, y un clima hacia dónde se quiere llegar”, relata Roberto Migone. Cada década tiene una forma de trabajar y de expresarse, con Stranger Things, se retoma una estética que estuvo de moda hace 30 años, pero con una pátina moderna. ¿Vamos para atrás o para adelante? Desde su experiencia, Migone dice: “El estilo cambia, pero la esencia es la misma. Varía la rítmica, si tiene vocales o no, si incluirá una estrofa y estribillo más orientado a una ‘canción’ o será algo más de ‘scoring’ que acompañará a los personajes sin resaltar su proveniencia. Estos recursos vienen desde hace mucho tiempo y funcionaron siempre. Lo que hay ahora es una necesidad de atraparte, retener tu atención y que te haga continuar viendo”.
El tema que abre la serie está en segundo lugar del Top 10 de las más escuchadas, que encabeza el clásico de The Clash y que también incluye “Every Breath You Take”, de The Police; “Africa”, de Toto; “Time After Time”, de Cyndi Lauper; “Elegia”, de New Order; “Atmosphere”, de Joy Division y “Whip It”, de DEVO, entre otras. Cada track despierta un recuerdo relacionado con un momento de la serie. Para Migone “ese vínculo sonoro/físico que se activa en nuestros cerebros, genera reacciones químicas que no podemos controlar”. Así explica que, incluso gente que no conectó con el programa, pueda engancharse con su música: “Esto hace que aun no generando empatía con el proyecto que la contenga, la música se queda en la memoria. Perdurará la conexión química que se activó en tu cuerpo en ese instante y se habrá generado un recuerdo y una identificación”.
La lista de temas llena de hits que transportan a los 80 es un acierto, pero el trabajo de Kyle Dixon y Michael Stein, los compositores de la música original, es la base para un ambiente perfecto. Migone analiza la cocina de los Survive: “El uso de sintetizadores analógicos para producir los sonidos te transporta a la época donde se sitúa la historia. La estética de todo lo que se ve y oye acompaña y te ubica en el contexto. La música logró algo impresionante que es dejarte una huella sonora asociada a un producto. Poquísimas lo logran de manera acertada, y ellos lo hicieron”.
Como especialista en la materia, el argentino instalado en España, describe unos videos que trascendieron con el modo de trabajar de estos músicos estadounidenses: “Ellos hablan de todos sus equipos y cómo tienen pegados con cinta y seteados ya invariablemente a todos los sintetizadores principales de la orquestación. Estos teclados son analógicos y cada perilla que se mueva un grado tendrá cambios tonales muy drásticos en la sonoridad. Para no perder la materia prima, los bloquean y esos sintes nunca más tocarán otro sonido. Mantener esta característica única que lograron sónicamente es lo que los diferencia a otros músicos”.
La tercera temporada tuvo su momento culmine, romántico, divertido y musical, cuando Suzie, (la novia de Dustin que nadie conocía hasta ese momento) por fin le contestó por radio. Ella, que le tiene que pasar un código numérico para salvar a todos del terrorífico Desuellamentes, lo obliga a cantar su tema favorito y así es como juntos, cada uno desde su lugar, terminan interpretando “Never Ending Story”. Entrevistados por Entertainment Weekly, Matt y Ross Duffer habían pensado en usar un tema de El señor de los anillos para esa escena, pero como esa saga está relacionada con Amazon “probablemente no vaya bien con Netflix”, reconocieron directamente. “Luego surgió, creo que fue Curtis (Gwinn), nuestro escritor, a quien se le ocurrió, creo que fue una mejor idea que usáramos la canción principal de ‘The NeverEnding Story’. Ciertamente, filmar esa secuencia fue una de las cosas más divertidas que tuvimos en esta temporada. Fue tan genial”, dijo Ross.
Stranger Things logra captar la atención de los adultos conectando con los miedos infantiles, donde tampoco faltan los amores, la complicidad de los mejores amigos y la presencia amorosa de los padres. Recordar las canciones que marcaron la infancia es parte de volver a vivirla y la serie de los Duff Brothers ya se aseguró un buen lugar en el inconsciente colectivo de muchos. Según Migone “aquí lo que nos fascina es la sonoridad y el intervalo musical que posee la melodía principal. Haber logrado eso en el espectador es impactante, denota cierta evolución en nuestra forma de consumir productos audiovisuales”.