El jabón neutro es una alternativa interesante para quienes tienen problemas con los jabones normales que se venden en el comercio, o quieren mejorar el aspecto de su piel. Se trata de un producto que ofrece muchos beneficios y pocas contraindicaciones.
El jabón neutro tiene un pH muy similar al de la piel humana y, por lo mismo, es recomendado para pieles sensibles. Este tipo de jabón no contiene colorantes, perfumes, ni otros componentes que habitualmente están presentes en los jabones de tipo industrial.
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Es de resaltar que el jabón neutro sirve para todo tipo de piel, pero también le hace grandes aportes al cuero cabelludo y al cabello en general. En cualquier caso, hay que tomar precauciones porque no todos los jabones que se anuncian como neutros realmente lo son.
Qué es el jabón neutro
El jabón neutro es un producto que tiene un pH similar al de la piel humana. El pH es un valor que indica el grado de acidez de una sustancia y se mide con números que van del 0 a los 14 grados. El pH de nuestra piel es de 5,5 y el de los jabones neutros también lo es, o tiene un valor muy aproximado a este.
Este tipo de jabones se fabrica generalmente a partir de aceites naturales o grasas animales. Típicamente tienen un color blanco o beige. Si presentan otro tono, es posible que se les haya añadido un componente distinto, bien sea artesanal o industrial.
Los jabones de esta clase son hipoalergénicos, lo cual quiere decir que tiene un riesgo muy bajo de producir alergias, aunque esto no es descartable. Gracias a los ácidos grasos tienen propiedades hidratantes y también propiedades higroscópicas, lo cual quiere decir que absorben la humedad del medio y la trasladan a la piel.
Para qué sirve un jabón neutro
El jabón neutro tiene múltiples usos, pero el más frecuente de ellos es la limpieza general diaria del rostro y el cuerpo. Por sus propiedades, este tipo de producto es frecuentemente utilizado por quienes tienen pieles sensibles o con algún problema dermatológico.
Los jabones de este tipo son ideales tanto para las pieles secas, como para las grasas y las mixtas. En el caso de las pieles secas brinda humectación, especialmente si está elaborado con glicerina. En el caso de las pieles grasas ayuda a eliminar la grasa acumulada en los poros y deshace el sebo que está presente en barros y espinillas.
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También es frecuentemente empleado en las pieles que presentan irritaciones. Sin embargo, hay otros usos que son poco comunes, pero que también se aplican. Estos son:
- Es ideal para limpiar las heridas antes de curarlas.
- Contribuye a la salud del cuero cabelludo. En general, deja el cabello limpio e hidratado.
- Elimina el olor a humedad en los armarios. Un trozo de este jabón en el armario ayuda a eliminar los malos olores.
- Aseo de utensilios. Un jabón de este tipo, junto con un poco de vinagre, ayuda a limpiar la grasa de los utensilios de cocina.
- Mantenimiento de las cerraduras. Limpiar las cerraduras con este jabón hace que se mantengan suaves y en buenas condiciones.
- Lubricación de puertas y ventanas. Elimina los molestos chirridos de bisagras deterioradas.
Cuándo es indicado usarlo
Muchas personas son alérgicas o sensibles al jabón corriente, pero no están seguras de esto. La manera más fácil de comprobarlo es examinar si hay algún tipo de irritación luego de utilizar el producto. Si es así, hay que dejar de usarlo por algunos días y volver a emplearlo luego. Si la irritación aparece nuevamente hay alergia a ese jabón.
También son señales de alergia la comezón o picor luego de emplear el jabón, aunque no haya un signo visible de irritación. Cualquier tipo de ardor o dolor después de lavarte con un jabón indican lo mismo. Un jabón nunca debe provocar síntomas molestos al usarlo. Si esto ocurre, probablemente la piel no está asimilando bien el producto.
Las personas con alergias cutáneas o con pieles demasiado sensibles reaccionan a componentes habituales de los jabones comerciales. En particular al triclosan, formaldehído, parabenos y/o sulfato de lauril sódico. Cuando se producen reacciones adversas lo mejor es comenzar a emplear un jabón neutro.
Nunca es descartable que los jabones neutros también puedan ocasionar una reacción adversa, especialmente en pieles excesivamente sensibles. Por eso, lo mejor es hacer una prueba primero, poniendo un poco de jabón en el antebrazo. Si no hay reacción, su uso es seguro.