Un nuevo estudio muestra que nuestras listas de reproducción pueden marcar la diferencia a la hora de correr. La música adecuada y la que más nos motiva pueden ser factores clave para bajar el estrés y mejorar el rendimiento.
El equipo de Shaun Phillips, de la Universidad de Edimburgo en Escocia, Reino Unido, se basó en dos pruebas para examinar cómo escuchar música afectaba al rendimiento de dieciocho corredores.
En una de las pruebas, se examinaron los efectos sobre la capacidad de correr a intervalos (alternando entre correr rápido y correr despacio) en un grupo de nueve personas físicamente activas. En la otra prueba, efectuada sobre un grupo de nueve corredores entrenados, se evaluaron los efectos en el rendimiento durante una competición contrarreloj de cinco kilómetros. Los voluntarios fueron sometidos a la prueba con y sin música motivacional seleccionada por ellos mismos.
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Los grupos completaron, además, una prueba cognitiva que los puso en un estado de fatiga mental antes de completar el ejercicio de alta intensidad.
“La fatiga mental es algo frecuente para muchos de nosotros y puede afectar negativamente nuestras actividades diarias, incluido el ejercicio”, explicó Phillips, de la Escuela de Educación y Deporte Moray House de la Universidad de Edimburgo.
Los investigadores ayudaron a los participantes a elegir canciones que los estimularan mediante un cuestionario previo a la prueba que les pedía que calificaran el ritmo, el estilo, la melodía, el tempo, el sonido y el ritmo de la música.
Algunos ejemplos de canciones que escucharon los participantes incluyeron Everyday (A $ AP Rocky), Addicted To You (Avicii), Run This Town (Jay-Z), Power (Kanye West), No One Knows (Queens of the Stone Age) y Eye of el Tigre (Superviviente). Durante el ejercicio, se midieron la frecuencia cardíaca y la calificación del esfuerzo percibido en varios puntos.
Phillips y sus colegas descubrieron que la capacidad de correr a intervalos entre los practicantes regulares de ejercicio físico con fatiga mental era moderadamente mayor con música que sin ella, y era la misma que cuando los participantes no estaban mentalmente fatigados.
Los rendimientos en la competición contrarreloj de cinco kilómetros también mostraron pequeñas mejoras con la música seleccionada por ellos mismos frente a la ausencia de música.
“Los hallazgos indican que escuchar música motivacional autoseleccionada puede ser una estrategia útil para ayudar a las personas activas a mejorar su capacidad de carrera, de resistencia y rendimiento cuando están mentalmente fatigadas”, dijo Phillips en un comunicado de prensa de la universidad. “Este impacto positivo de la música preferida podría ayudar a las personas a mantener mejor la calidad y tener un impacto beneficioso en sus rutinas de ejercicio”.
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Los investigadores creen que los efectos positivos de la música podrían deberse a la alteración de la percepción del esfuerzo por la persona al escuchar su música favorita. El estudio se titula “The effect of self-selected music on endurance running capacity and performance in a mentally fatigued state” (El efecto de la música seleccionada por uno mismo en la capacidad y el desempeño al correr con un estado de fatiga mental). Y se publicó en la revista académica Journal of Human Sport and Exercise.
El próximo desafío que se plantean los investigadores es evaluar cómo escuchar música mientras se corre afecta a grupos más grandes y diferentes de personas, en distintos entornos y utilizando varios tipos de ejercicio.