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Los casos de dengue se multiplicaron en los últimos dos meses. Está presente en 13 jurisdicciones del país y el promedio semanal de infectados es de 2.000, mientras que la totalidad de personas que contrajeron la enfermedad desde el inicio del brote ya ronda las 10.000. La expansión de uno de los virus de mayor presencia en Argentina y la región y, principalmente, la detección de casos graves alarma a la población.
Un informe del Ministerio de Salud bonaerense señala que “debido a los brotes sucedidos previamente y a la circulación de más de un serotipo en la provincia de Buenos Aires, la detección de casos con signos de alarma resulta de suma importancia para anticipar las formas graves de dengue”.
¿Cuáles son los síntomas que indican gravedad? “Sensación de cansancio intenso, falta de aire y descenso de la presión, fuerte dolor abdominal, vómitos (al menos 3 veces en 24 horas), sangrado por la nariz, conjuntivas o las encías, sangrado en materia fecal y somnolencia o confusión”, menciona Luis Cámera, médico clínico del Hospital Italiano y asesor de Gobierno durante la pandemia de Covid.
Pablo Bonvehí, jefe de Infectología de CEMIC, agrega que un médico debe evaluar si en el paciente hay signos de «acumulación de líquidos, sangrado en las mucosas, agitación o somnolencia, aumento de tamaño del hígado, datos de laboratorio como aumento del hematocrito o disminución de las plaquetas”.
Por otra parte, Leda Guzzi, médica infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), también menciona otros criterios clínicos que advierten la posibilidad de contraer dengue grave como dificultad para respirar, letargo, inquietud e hipotensión arterial postural.
Consejos para evitar la propagación de mosquito del Dengue
“Cuando se presenta el dengue grave, los pacientes pueden tener extravasación de plasma hacia los tejidos (edemas) y peritoneo (ascitis). Esto sucede por un aumento en la permeabilidad de los vasos sanguíneos y luego puede sobrevenir el shock. También suelen presentarse manifestaciones hemorrágicas severas como vómitos con sangre, heces con sangre, sangrado ginecológico. Incluso, puede existir inflamación de órganos, miocarditis, encefalitis y pancreatitis”, amplía.
La segunda infección
Aproximadamente, entre el 5% y el 10% de los contagiados adquieren dengue grave, pero si el cuadro se trata a tiempo la mortalidad baja a menos del 1%. Suele ser más frecuente en niños y en mujeres embarazadas.
“La incidencia de reinfección parece ser baja, pero no hay trabajos científicos que hablen con mayor precisión del tema. Por otra parte, se acaba de demostrar que frente a un brote hay muchos casos de dengue asintomático. Por lo tanto, el individuo no sabe si tuvo dengue y, en caso de tenerlo, no se sabría si es una nueva infección o una reinfección”, puntualiza Cámera.
Los especialistas consultados coinciden en que ante una segunda infección por un serotipo diferente al de la primera, se incrementa el riesgo de sufrir una forma clínica más severa. “El segundo evento no necesariamente va a ser grave. Puede serlo ocasionalmente, si la infección es por un serotipo diferente al inicial. La inmensa mayoría de los cuadros de dengue son banales”, detalla Guzzi.
“Las personas que se infectan por primera vez, en general no contraen dengue grave. Cuando desaparece la fiebre, aparecen vómitos, cansancio. La deshidratación y las hemorragias son los síntomas más alarmantes en el dengue grave y este se ve más con la segunda infección”, añade Arnaldo Casiró, médico infectólogo, director del Cemar 1, el primer Centro de Especialidades Médicas de la Ciudad.
Seguí las recomendaciones para prevenir el dengue
Por su parte, Bonvehí argumenta: “Una segunda infección puede tener, en algunos casos, más probabilidad de agravarse en relación a alguien que se infecta por primera vez. Esto se debe a que hay 4 serotipos de dengue y la protección que brinda la infección contra un serotipo es transitoria contra los otros 3 serotipos y, luego de eso, si se produce una infección por otro serotipo, los anticuerpos de la primera infección pueden facilitar el ingreso del virus a las células».
“Si el segundo episodio de dengue se adquiere por el mismo serotipo que en la primera infección, voy a estar protegida como si estuviera vacunada. El problema es cuando se adquiere dengue por segunda vez con otro serotipo. En ese caso, por una inmunidad parcial se producen complejos de anticuerpos que se depositan y pueden evolucionar al dengue hemorrágico, grave. El sangrado produce la falla multiorgánica y, eventualmente, lleva a la muerte; principalmente en niños pequeños, personas gestantes y quienes tengan más de 65 años o patologías de base”, completa Obieta.
La clave está en la prevención
En este momento las condiciones de humedad y temperatura son óptimas para la actividad del vector, el mosquito Aedes aegypti que está presente en Argentina. El dengue es una enfermedad que exige una acción individual y comunitaria contra los criaderos de mosquitos. La fumigación es una solución transitoria en aquellas regiones donde se detecta un brote, pero la lucha es contra los reservorios del vector que son los lugares donde se reproducen estos mosquitos.
“La circulación del dengue en nuestro país es muy dependiente de lo que suceda en la región. Si aumenta en los países periféricos, aumenta en el nuestro. Solemos ver ciclos, es decir, brotes epidémicos de dengue cada 3 o 4 años. El anterior de magnitud fue en los primeros meses de 2020”, expresa Guzzi.
“La circulación de mosquitos es consecuencia del cambio climático sumado a la urbanización no planificada”, evalúa Obieta. Las recomendaciones son las mismas de siempre: usar repelente, evitar que se acumulen larvas, usar espirales, pastillas termofusibles y mosquiteros.