Salir a caminar con los chicos puede ser una actividad sumamente estresante o grata, según con qué herramientas contemos para seducirlos por un paseo en la naturaleza. Las vacaciones y el clima en verano, nos brindan la opción de buscar momentos de placer y conexión con nuestro entorno.
En cuanto a cerros y montañas existen tres especialidades diferentes: el montañismo, trekking y senderismo que llega hasta lo que se conoce como “media montaña”, por lo que esta última sería la modalidad ideal para niños pequeños, desde los 4 o 5 años.
“Los senderos son caminos visibles y rurales que van de un punto hacia otro. Mientras que, cuando hablamos de montañismo ya hablamos de ascender a una montaña por sendas, escaladas o por lugares no marcados. El montañismo para los 3000 o 3500 metros de altura. El trekking, por lo general, son las caminatas a campo traviesa de un punto a otro y no necesariamente hay caminos. Por eso, con niños, lo ideal es elegir los lugares con senderos marcados”, explica Carlos Figueroa, guía de turismo quien se dedica a organizar grupos en estas tres especialidades con su agencia CFS.
“Cuando hacemos salidas con niños y familiares hay que extremar la seguridad. Los chicos son inquietos, curiosos por lo que lo ideal es contar con un guía adulto por cada siete o diez niños”, adelanta Figueroa a LA GACETA. En esas salidas que difunde a través de sus redes sociales, recomienda llevar una mochila por cada niño que contenga una botella de agua potable, snacks como frutos secos, turrones, barras de cereales, frutas y sánguches. “Cuando vamos a los cerros o a caminar nos hidratamos, es decir, tomamos tragos pequeños y cuidamos el agua potable que llevamos. Enseñamos la diferencia entre hidratarse y tomar agua”. También es importante llevar protector solar y contra mosquitos. La ropa tiene que ser cómoda: short, remera liviana, zapatillas y siempre utilizar medias. “Con los chicos hay que conocer bien las distancias y lugares que vamos a recorrer, no deben ser distancias largas y, depende la edad de los chicos, los paseos no deben superar la hora, hora y media. Es importante ir haciendo paradas, observar y escuchar los ruidos de la naturaleza y descansar”.
PRECAUCIONES. Si vas con niños, lo ideal es elegir los lugares con senderos marcados.
Los chicos son curiosos y por eso, en cada salida, se puede aprovechar la oportunidad de enseñarles cómo vivir hermanados con la naturaleza: “Como ex militar tengo muchos secretos que voy compartiendo en las excursiones: les enseño a cargar agua que se pueda consumir de los arroyos, llevo una soga para enseñarles tipos de nudos, les enseño a orientarse en la naturaleza. Por ejemplo, si te perdés en las yungas, tenés que observar los troncos de los árboles: en donde haya musgo es el Sur y el Norte se observa en un tronco más bien seco. También los hago observar a las hormigas que siempre ingresan a su hormiguero por el Sur”.
Carlos Figueroa, es también presidente de la recientemente creada Asociación de Prestadores Turismo Activo de Tucumán, APTAT, que nuclea a todo el turismo aventura de Tucumán en espacios de tierra, agua y aire insiste en la importancia de salir con un guía. “Además de contar con los seguros correspondientes en cada paseo, nosotros realizamos cursos de primeros auxilios y somos rescatistas en zonas agrestes. Esto nos brinda el aval y la tranquilidad para poder realizar este tipo de paseos”.
Con respecto a la época del año, Figueroa destaca la temporada de verano: “siempre es más lindo, sobre todo porque hay agua en los ríos y cascadas. En primavera también está bueno porque comienza a ponerse todo verde y la temperatura es más agradable. Sí es importante saber que con 40 grados, en verano, es mejor no salir. El cuerpo produce mucha energía y calor cuando se camina”.
Villa Padre Monti: cuatro kilómetros de caminata en una hora y media
“Queda a 60 km de San Miguel de Tucumán. Es uno de los mejores senderos para recorrer con chicos. Son 4 km de caminata hasta llegar a tres cascadas de más de 20 metros de altura. Hay arena, agua, los chicos enloquecen cuando llegan. La caminata es de una hora y media de ida y vuelta, yendo despacio. Estas caminatas las organizamos con mi grupo regularmente, durante el año, y son bien familiares”, indica el guía Carlos Figueroa, que subraya la importancia de contar con un seguro para este tipo de actividades.
Rumi Punco: parece un sitio oculto, pero está al alcance de la mano
Rumi Punco es una localidad ubicada en el departamento La Cocha al sur de la provincia de Tucumán, en el límite con Catamarca. Parece un sitio oculto, pero está al alcance de la mano. Los pobladores de Rumi Punco, que significa “Puerta de Piedra”, lo visitan todos los días. El camino puede hacerse a pie o a caballo; desde la ruta 38 hasta la caída de agua hay tan solo unos 40 minutos. Hay una vieja represa que forma un espejo de agua, y que regala uno de los mejores paisajes. “Hay cascadas, piletones naturales de agua templada, rodo el paisaje es selvático. Se disfruta mucho el paseo”, describe Carlos Figueroa sumando otro paseo para hacer con chicos. En el lugar hay vestigios de lo que iba a ser un proyecto ferroviario que uniría Tucumán y Catamarca y que se truncó en 1952.
Horco Molle: para disfrutar de tres cascadas de más de 20 metros de altura
Es uno de los mejores senderos para recorrer con chicos. Son 4 km de caminata hasta llegar a tres cascadas de más de 20 metros de altura. Hay arena, agua, los chicos enloquecen cuando llegan. La caminata es de una hora y media de ida y vuelta, yendo despacio. Estas caminatas las organizamos con mi grupo regularmente, durante el año, y son bien familiares”, indica el guía Carlos Figueroa quien sostiene la importancia de contar con un seguro para este tipo de actividades.
Funicular de San Javier: para adolescentes o chicos que van acompañados de adultos
“Este sendero no lo recomiendo para niños pequeños aunque es común verlos con sus familias por ahí. Son 4 km de mucho desnivel por lo que requiere mucho esfuerzo”, advierte el guía Carlos Figueroa.
“Hay lugares con puentes que son peligrosos porque los chicos son inquietos y se mueven mucho y hay caídas de 70, 80 metros. Sí puede ser para chicos de 14 o 15 años en adelante”, describe Figueroa.