Una reorganización de los hábitos del sueño, alimentación y ejercicio físico ante la ruptura de las rutinas que se llevaban antes de la cuarentena resulta fundamental para evitar los signos de “fatiga mental o cognitiva” que pueden derivar en dolores musculares o angustia, afirma Pablo López , psicólogo y director académico de la Fundación del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco).
El experto, a través de un comunicado del Instituto -que consigna la agencia Télam-, advierte que con la prolongación del aislamiento social “cada vez se vuelve más presente la sensación de letargo que las personas manifiestan frente a la realización de actividades de su vida diaria que antes realizaban sin ninguna dificultad”.
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“Los cambios de rutina de grandes y chicos, los protocolos sanitarios que no debemos olvidar y el nivel de atención que requieren las videollamadas, representan un gran esfuerzo cognitivo para las personas; sumado a que hemos perdido la estabilidad y anticipación que nos otorgaba la rutina”, agrega el especialista.
Indica que esta situación puede llevar a un estado de fatiga mental o cognitiva, cuyos principales síntomas son la somnolencia, la incapacidad de concentración y la dificultad para procesar las tareas que se deben realizar.
Para López la fatiga mental conlleva una pérdida de interés, atención y motivación, que afecta tanto nuestra vida personal, como la social y laboral y puede derivar en dolores musculares, de cabeza, angustia, dificultades sostenidas de memoria y sueño no reparador así como también nos vuelve propensos a problemas de salud mental y física a mediano plazo.
Herramientas
El profesional consideró clave para combatir estos síntomas una reorganización de los hábitos para restablecer las tres piezas más importantes de nuestra salud: la alimentación, el ejercicio físico y el buen dormir.
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Explica que las herramientas para combatir la fatiga mental son: “regular los horarios de sueño lo más posible, estableciendo también los espacios claros y preestablecidos de descanso durante el día”. Recomienda: “tratar de sacar las ideas agobiantes de la mente y buscar acciones concretas para modificarlas, o incluso, notarlas para luego pensar en ellas y compartirlas con alguien”
También mencionó no confundir distanciamiento físico con el social o afectivo y acudir a técnicas de meditación “que permiten cierta regulación emocional, reducción de la ansiedad y mejora cognitiva”.