Las imágenes publicadas en la revista científica New England Journal of Medicine permiten ver con detalle el efecto de la inoculación del virus en células humanas a las 96 horas de la infección. Este aporte podría ser una pista para descifrar por qué el coronavirus puede ser tan devastador para las personas.
Ehre y su equipo utilizaron células de epitelio que están en la superficie de las vías respiratorias en forma de árbol pulmonar. Las células fueron cultivadas en el laboratorio. Luego expusieron las células al SARS-CoV-2 y dejaron que el virus las infectara.
Qué es la mielitis transversa, la enfermedad por la cual se frenaron las pruebas de la vacuna de Oxford
Todos los experimentos de infección se llevaron a cabo en un laboratorio de bioseguridad de nivel 3, reservado para estudiar algunos de los gérmenes más peligrosos del mundo. Las imágenes, coloreadas por el estudiante de medicina de la universidad Cameron Morrison, muestran células ciliadas infectadas con hebras de moco (amarillo) unidas a las puntas de los cilios (azul).
Los cilios son las estructuras similares al cabello en la superficie de las células epiteliales de las vías respiratorias que transportan moco (y virus atrapados) desde el pulmón.
Una imagen de aumento de potencia más alta muestra la estructura y densidad de los viriones SARS-CoV-2 (rojo) producidos por la epitelia de las vías respiratorias humanas. Los viriones son partículas víricas morfológicamente completas e infecciosas.
“La observación más impresionante fue el gran número de viriones producidos por una sola célula infectada. Algunas de estas células infectadas estaban tan llenas de virus que aumentaron de tamaño y se deshicieron del epitelio, dando la impresión de que estaban a punto de explotar”, describió Ehre.
Las fotografías refuerzan la importancia de usar barbijos ya sean personas infectadas o no. Esta es una de las formas más eficaces de reducir los niveles de transmisión del virus, reforzaron los investigadores.